
Descubre los beneficios del caldo de huesos casero
El caldo de huesos casero es una tradición culinaria que no solo aporta un sabor delicioso a tus platos, sino que también ofrece una serie de beneficios para la salud, especialmente debido al colágeno que contiene. El colágeno es una proteína crucial que forma la estructura de la piel, huesos, músculos y tejidos conectivos del cuerpo humano. Aquí te presento algunos de los beneficios más destacados del caldo de huesos casero:
- Fuente de Colágeno: El proceso de cocción lenta de los huesos libera colágeno, gelatina y otros nutrientes que son fundamentales para mantener la salud de las articulaciones, la piel y el cabello.
- Apoyo para la Salud Digestiva: El caldo de huesos es rico en aminoácidos como la glutamina, que puede ayudar a reparar el revestimiento intestinal y mejorar la salud digestiva.
- Fortalecimiento de Huesos y Articulaciones: Los minerales como el calcio, magnesio y fósforo provenientes de los huesos pueden fortalecer los huesos y mejorar la salud articular.
- Beneficios Antiinflamatorios: Los nutrientes presentes en el caldo de huesos, incluidos el colágeno y los aminoácidos, pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo.
- Promueve la Hidratación y la Saciedad: El caldo de huesos es una forma reconfortante de mantenerse hidratado y puede ayudar a reducir el apetito, siendo una opción saludable para apoyar la pérdida de peso.

Receta de Caldo de Huesos Casero
Ingredientes
Instrucciones:
- Preparación de los ingredientes:
Enjuaga los huesos bajo agua fría para quitar cualquier residuo. Corta las verduras en trozos grandes.
- Asado de los huesos (opcional):
Precalienta el horno a 200°C . Coloca los huesos en una bandeja para hornear y dóralos durante unos15’-20’ minutos, dando la vuelta a la mitad del tiempo. Esto mejorará el sabor.
- Cocción del caldo
Coloca los huesos en una olla grande y cubre con agua fría. Añade las zanahorias, apio, cebolla, ajo, laurel, vinagre de manzana, sal y pimienta.
- Cocción lenta:
Lleva el caldo a ebullición y luego reduce el fuego a bajo. Cocina a fuego lento durante al menos 6-8 horas, preferiblemente hasta 24 horas, para permitir que los nutrientes se extraigan completamente de los huesos.
- Cocción en olla lenta.
Enciende la olla a la máxima temperatura posible y mantén la primera hora, luego baja la temperatura y mantén al menos 10h, pudiendo alargar el tiempo hasta 24h.
- Colado y almacenamiento:
Retira los huesos y las verduras con una espumadera y cuela el caldo a través de un colador fino (mejor de acero inoxidable: evitando plástico para no llevarnos tóxicos al caldo). Ajusta la sazón si es necesario.
- Almacenamiento:
Si introduces el caldo en botes de cristal (yo uso botes grandes reutilizados) cuando todavía está caliente y dejas el bote cerrado boca abajo harás el vacío y el interior se conservará mejor y más tiempo, una vez atemperado lo puedes guardar en la nevera 3-4 semanas. También podrías congelarlo, sin llenar demasiado los botes para que no se rompa el recipiente al aumentar el tamaño del caldo al congelarse.

Una buena opción es tomar 1/2 vasito de caldo al día antes de la comida, para aprovechar sus beneficios.
Para darle consistencia sin usar pasta a nosotros nos gusta poner almidón de tapioca y añadir la carne y/o tuétano que haya podido quedar de la cocción, y cuando se ha acabado compramos carne y hacemos mini-albondiguitas.
¡Disfruta de tu caldo de huesos casero y aprovecha todos sus beneficios para la salud!